Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas

Institución oficial de educación superior del Distrito Capital de Bogotá, en Colombia. Lleva su nombre en honor a Francisco José de Caldas prócer y mártir de la independencia de la Nueva Granada, destacado participante de la Expedición Botánica, investigador e inventor del hipsómetro.

Secretaria de educacion

La Secretaría de Educación del Distrito Capital fue creada mediante el Acuerdo Número 26 del 23 de mayo de 1955, del Concejo de la ciudad. Hace parte del sector central de la administración distrital, en cabeza de la Alcaldía Mayor de Bogotá.La Secretaría de Educación del Distrito Capital es la entidad rectora de la educación preescolar, básica (primaria y secundaria) y media en Bogotá.

AHILA (Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos)

es una institución, sin fines de lucro, que a lo largo de veinte años de labores sin interrupción, ha logrado reunir más de 300 especialistas vinculados con todas los mayores centros de docencia e investigación de Europa. Sus lenguas oficiales son el español y el portugués.

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lunes, 6 de junio de 2011

GENERALIDADES DEL MOVIMIENTO 19 DE ABRIL (M-19)

El Movimiento 19 de Abril abreviado como M-19 o el eme fue un movimiento insurgente colombiano nacido a raíz de un supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, nace como rebeldía y movimiento político y luego se vuelve un movimiento armado. Tras su desmovilización se convirtió en un movimiento político de izquierda conocido como AD-M19 (Alianza Democrática M-19) que ganó importante respaldo popular y fue uno de los constituyentes de 1991; desapareció a mediados de la década de 1990 y algunos de sus miembros se unieron a otras agrupaciones políticas.

CARACTERISTICAS DEL M-19
Eduardo Pizarro, hermano del asesinado candidato presidencial del M-19, y uno de los principales expertos colombianos en el movimiento guerrillero, destaca seis diferencias principales con los grupos guerrilleros de los sesenta, que permiten caracterizar al M-19:
1. Los grupos de la “segunda generación” han buscado consolidar su presencia en núcleos de la población (sindicatos, barrios, veredas) con mayor eficacia y amplitud que sus antecesores.
2. Frente a las tácticas tradicionales de la guerrilla de los sesenta, fundadas en las tesis del foco guerrillero, estos nuevos grupos insurgentes se fundan en la perspectiva de la guerra prolongada y la conformación de frentes populares de masas (tales como el Frente Sandinista o el Farabundo Martí) que desborda la concepción de vanguardia leninista.
3. A la amplitud de su influencia interna se añaden redes de relaciones “diplomáticas” que se extienden en el contexto internacional.
4. Una amplia gama de actores internacionales le brindan su apoyo en distintos planos (propagandístico, financiero, político, logístico): partidos, iglesias, sindicatos.
5. Estos movimientos han vivido un proceso progresivo de “latinoamericación”, simultáneamente con una visión crítica de los polos de poder comunista (Moscú y Pekín) y ligan sus estrategias más al conflicto centroamericano y caribeño que las disputas en el bloque socialista.
6. “Igualmente, presentan una ruptura con el marxismo hirsuto y con un internacionalismo que los hace simples peones de ajedrez global que los desborda, para asumirse como parte de una historia nacional: Bolívar, los símbolos patrios, las tradiciones culturales no son concebidas como símbolos burgueses, sino como patrimonio de la revolución”.(Pizarro Eduardo, en Jorge Castañeda; La Utopía Desarmada, Editorial Planeta, México D.F., 1993, pág. 134)
De manera similar el ex miembro de la Dirección Nacional y ex parlamentario del M-19, Gustavo Petro, señala que en el horizonte ideológico de las FARC, el ELN, incluso del maoísta EPL, no se concebía otro tipo de sociedad para Colombia que el construido en la Unión Soviética y más exactamente en su espejo latinoamericano: la revolución cubana. “Solamente en el M-19, se intentó confusa y espontáneamente pensar en un camino propio de corte latinoamericano, recuperar nuestra historia y nuestra cultura para pensar en una democracia también propia, de ahí que los intelectuales europeos al unísono del resto de la guerrilla colombiana hayan siempre observado al Movimiento 19 de abril como una especie de “populismo armado”, por algo el populismo es el precursor de la modernidad latinoamericana y por algo el M-19, es en realidad un precursor de la modernidad colombiana, en vías de fracaso”. (Petro Gustavo; De la Guerra y de la Paz en Colombia.(http://www.algonet.se/~demos/pazcol.html).11 de enero de 1996.
Para Arturo Navarro Wolff la diferencia entre el M-19 y la guerrillas venezolanas de los sesenta estaba situada en la forma en que se accedió a la mesa de negociaciones, en el primer caso derrotado y sin la influencia política y social que consiguió el movimiento guerrillero colombiano.
“Nosotros fuimos capaces de penetrar en la sociedad, le gustara o no a la gente. Cuando comenzamos a buscar un espacio en la opinión pública, ya teníamos una presencia. Nadie nos derrotó. Más tarde, algunos dijeron que habíamos sido derrotados, pero si hubiéramos negociado desde una posición de debilidad, no hubiéramos obtenido lo que obtuvimos, que fue una enorme penetración en la opinión pública. La gente no pensaba que habíamos sido derrotados, sino que simplemente estábamos haciendo lo que había que hacer por el país, abriendo el camino a la paz y la tranquilidad. La guerra de guerrillas no fue en Colombia algo marginal, sino que dio en el blanco del país”. (Arturo Navarro Wolff en Castañeda Jorge; La Utopía Desarmada; Editorial Joaquín Mortiz; México, 1993, pág. 138)
El M-19 desde sus orígenes hasta su incorporación al sistema político como una organización sistémica, vivió una continua pugna por erradicar las profundas huellas que la praxis guerrillera y la forma en que el marxismo se había aplicado en América Latina tenían en sus militantes. El accionar político militar del M-19 trato de ir acorde a esta nueva concepción política, asumiendo de forma distinta a sus antecesores el concepto de guerra, los hechos de propaganda armada, la propaganda, el lenguaje y el diálogo con el país. Como señala Carlos Pizarro así fueron creando las condiciones para que la organización expresara más claramente sus pensamientos, “lo que quiere en verdad como lo expresaba Bateman en 1980 cuando la toma de la embajada Dominicana, en este momento el M-19 deja de tener ese lenguaje común, ese lenguaje esquizofrénico, para tener un lenguaje único dentro de la comunicación con el país”. (Pizarro Carlos; Guerra a la Guerra; Editorial Tiempo Presente; Bogotá, Colombia; 1988, pág. 42)
[“MODUS OPERANDI”]
El M-19 irrumpió en el escenario político colombiano en enero de 1974, cuando robó la espada de Simón Bolívar y proclamó “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”. “Ese golpe espectacular y en cierto sentido quijotesco simbolizaba la ruptura táctica e ideológica del M-19 con los grupos de los sesenta y los cubanos”. (Castañeda Jorge; La Utopía Desarmada; Editorial Joaquín Mortiz; México, 1993, pág. 132)
La idea había surgido durante una reunión del aparato militar de las FARC, cuando Luis Otero (muerto el 7 de noviembre de 1985 durante la toma del Palacio de Justicia) recordó como los tupamaros había robado la bandera de Artigas y propuso el robo de la espada de Bolívar, pero fue rechaza por considerarla un aparato de museo, sin ningún contenido político. Años después la idea resurgió durante una reunión del Comando Superior del M-19.
Como señala el ex Comandante General del movimiento, Álvaro Fayad, “entonces pensamos en Bolívar...y cuando pensamos en Bolívar, ¿que imaginamos para fundamentar el nacionalismo que íbamos a sostener como un cordón básico del M-19? Comenzamos a pensar en el tipo de operación político-militar que se relacionara con Bolívar, para reivindicarlo, para alejarlo de los libros de historia de Henao y Arrubla, para que Bolívar no fuera simplemente la conmemoración de cada 7 de agosto y de cada 17 de diciembre”. (Behar Olga; Las Guerras de la Paz; Editorial Planeta, Bogotá, 1985, pág. 138)
El M-19 se caracterizó durante todo el período de vida anti sistémica por realizar acciones llamativas y en golpes de audacia espectaculares, como el anteriormente descrito robo de la espada de Bolívar; el secuestro y asesinato de José Raquel Mercado (que incluso incluya una consulta nacional a través de rayados murales para decidir si se asesinaba o no al dirigentes); el robo de cerca de cinco mil armas del Cantón Norte del Ejército en Bogotá; la toma de la embajada de la República Dominicana; el desembarco de guerrilleros por el Pacífico; y la toma del Palacio de Justicia en 1985.
Desde 1988, el M-19 suspendió sus acciones militares y entró en un franco diálogo con el gobierno de Virgilio Barco, para incorporarse al sistema político sistémico. “Encabezado por el M-19, el movimiento guerrillero parece converger actualmente hacia un proceso esperanzador de tregua armada, nuevo diálogo e incorporación a la vida democrática, que responde a la apertura prudente del sistema político colombiano, tal como lo está expresando la administración Barco en sus dos últimos años y su convocatoria a un plebiscito nacional, que agilice las grandes reformas económicas, sociales y políticas que necesita el país”. (Neira Enrique; Un caso intrincado de violencia: Colombia; Revista Nueva Sociedad Nº105; Venezuela, Enero-febrero de 1990, pág. 141)
Agradecimientos bibliográficos a:
ü  WIKIPEDIA, “La enciclopedia libre” (http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_19_de_abril)
ü  Artigoo, “Porque todos somos expertos en algo” (http://artigoo.com/historia-del-m-19)

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